El criptosistema Ethereum, gracias a la versatilidad de la máquina universal de Turing que hace funcionar a escala planetaria y de forma ininterrumpida, y la capacidad de ésta para la interpretación de los llamados contratos inteligentes de forma autónoma e inalterable, permite sin duda el desarrollo de nuevos e interesantes aplicaciones y servicios, así como nuevas formas de hacer negocios a través de Internet. Por primera vez tras 70 años desde la creación del primer computador electrónico, Ethereum logra encarnar lo que, a mediados de los 90s, en los mismos comienzos de la era Internet, constituía un mero lema comercial: “the network is the computer”.